La identificación de las fuentes de emisión de un proyecto y la cuantificación de sus emisiones forman parte de la descripción del proyecto, tanto en una Declaración de Impacto Ambiental (DIA) como en un Estudio de Impacto Ambiental (EIA).
A partir de dicha descripción, es posible la identificación de impactos potenciales y abordar la estimación, a través de modelación, del impacto de las emisiones a la atmósfera sobre la calidad del aire.
Modelos de calidad del aire
Modelos Gaussianos
Estos modelos son ampliamente utilizados para la predicción de la concentración de contaminantes en el aire. Utilicen la fórmula de dispersión de Gaussian para predecir cómo los contaminantes se dispersarán en la atmósfera.
Esta fórmula se basa en la suposición de que los contaminantes se dispersan en forma de una campana de Gauss, lo que significa que la concentración es mayor en el centro y disminuye hacia los bordes. Estos modelos son especialmente útiles para predecir la concentración de contaminantes en zonas urbanas con alta densidad de edificios.
Modelos Eulerianos
Son utilizados para estudiar la calidad del aire en una región específica. Estos modelos se basan en un sistema de coordenadas fijas y se dividen el espacio en rejillas o mallas. Cada malla tiene una serie de funciones matemáticas que describen cómo se mueven los contaminantes a través del espacio y del tiempo.
Los Eulerianos son muy útiles para estimar la concentración de contaminantes en una zona determinada, y se utilizan a menudo modelos para predecir los niveles de contaminantes a largo plazo, así como para evaluar los impactos de la contaminación en la salud y el medio ambiente.
Estos son particularmente efectivos para el estudio de áreas extensas, como regiones metropolitanas o zonas rurales con elevada presencia de modelos de contaminación.
Modelos Langrangeanos
Son herramientas utilizadas para estudiar cómo los contaminantes se mueven a través de la atmósfera. A diferencia de los modelos Eulerianos, los modelos Langrangeanos siguen el movimiento de partículas individuales, en lugar de dividir el espacio en una red de mallas.
Cada partícula se mueve a través de la atmósfera según su velocidad y dirección específica, lo que permite un seguimiento más preciso de su movimiento. Los modelos Langrangeanos son especialmente útiles para estudiar los procesos de transporte y dispersión de contaminantes en áreas específicas, como cerca de una fuente de emisión de contaminantes.
Además, estos modelos también se utilizan para simular la trayectoria de partículas de polvo y otros materiales, lo que es útil para entender su impacto en la calidad del aire y la salud humana.
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